jueves, 28 de octubre de 2010

Muerte de niño olvidado en un Automóvil



 Con un relato entrecortado por el llanto, la parvularia Eugenia Riffo Tapia revivió el trágico martes en que encontró sin vida al menor Borja López Ojeda (3), al interior de su vehículo, hecho por el cual fue imputada.
"Llegué a buscarlo (a Borja), me bajé del auto, toqué el timbre, la nana abrió la puerta, salió corriendo, me tomó la carita y dio un besito, la nana me pasó la mochila, la dejé adentro del auto, porque él se iba en el alzador (...) Él iba reclamando por su juguete (...) Le puse el cinturón y luego pasamos a buscar a los otros niños. Íbamos cantando, llegamos al jardín ("Mandarino")", comenzó contando a Teletrece.

Y prosiguió: "Nos estacionamos, apagué el motor del auto, puse el freno de mano y el trabavolante. Después me bajé, bajé a los cuatro niños y el Borjita, que siempre estaba medio somnoliento, lo bajaba después porque iba en silla".

Ése fue el instante clave. Pese a que retornó a su automóvil, tras ingresar a los menores, Riffo Tapia admite que continuó haciendo su rutina y olvidó a Borja en el vehículo.

"Cuando vuelvo al auto (cuatro horas después) llevaba las mochilas de los cuatro niños, abrí el portamaletas y veo que no estaba el alzador del Borja, me volví loca, abro la puerta y lo veo de lado (...) Aparecieron papás y tías del jardín. Pedí que lo salvaran, ofrecí mi vida", relató, al tiempo que ofreció disculpas a la familia.

"Lo lamento tanto. Pienso en su mamá que la conozco tanto (...) Sé que ella no podrá tomar más al Borjita (...) Voy a vivir con esto toda la vida. El dolor que siento es tan grande, pero sé que no se compara con el de sus papás", cerró.

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